Plantarle cara al terror a través del arte
La Escuela de Música de Khanasore nació tras la visita de Gani Mirzo a Shingal, donde fue testigo del sufrimiento de los yazidíes. El genocidio llevado a cabo por el autoproclamado Estado Islámico (EI) ha dejado traumas y secuelas en las personas que habitan actualmente en la zona.
Gracias a la experiencia de Mirzo en campos de refugiados y su bagaje musical, se decidió crear un centro musical para ofrecer un espacio de distensión y felicidad para los niños, un lugar donde poder regresar a la normalidad y brindar la visión de un futuro mejor.
La escuela pretende ser una terapia para un pueblo que debe adaptarse de nuevo a su hogar después de años de violencia.